Para realizar una buena labor de comunicación hay que manejar los incontables datos del marketing que nos llegan desde distintos frentes. ¿Una labor imposible?
Una tarea imprescindible
Vivimos en una era en la que el marketing y la comunicación son la base fundamental sobre la que construir la imagen de cualquier compañía. Y no solo su imagen, sino también su relación con los clientes y usuarios. Hoy en día es necesario contar con un plan de marketing que nos ayude en el día a día del posicionamiento de nuestra empresa. No sólo de cara a construir una imagen sólida y reconocible, sino también para crear un sentimiento de comunidad entre nuestros clientes. Solo así podremos competir en un mercado en el que las compañías entran y salen a velocidades de vértigo y en el que la permanencia o el éxito de cada una depende de la conexión que se genere con los usuarios.
Avalancha de datos
Pero toda esta interacción genera un aluvión de información que provoca que los datos del marketing se conviertan en algo farragoso. Solo por apuntar algunos de ellos, el 80% de los usuarios de internet cuentan con un móvil. Y de ellos, el 48% lo utiliza para iniciar la investigación sobre una marca o producto. Más de 21 millones de personas en España acceden a internet diariamente. Todo esto solo pone de relieve la cantidad de información que debemos manejar de la mejor forma posible para lograr la mayor eficacia en nuestras campañas.
Hablemos de e-mail marketing
Pero si en una de las estrategias, por encima de las demás, podemos vislumbrar esa inmensa cantidad de datos del marketing es en el e-mail marketing. No en vano, los usuarios pasan en su trabajo varias horas al día en su bandeja de correo. La tasa de apertura de emails desde el teléfono móvil ha crecido un 180% en los últimos años. Un 78% de los usuarios gestiona sus newsletter en función de la cantidad de mensajes que recibe de ellas. Y un 70% borra directamente los correos que no se ven bien. Todas estas acciones generar flujos de información, patrones de comportamiento y, en definitiva, una gran cantidad de datos del marketing que hay que gestionar para poder afinar, perfeccionar y mejorar nuestras estrategias.
Lidiar con los datos del marketing
Para abordar toda esta vorágine de información, los responsables del marketing de las empresas debían recopilar, discriminar y clasificar cada dato de manera individual para tratar de conseguir formar una imagen global del buyer persona o usuario ideal. Hasta ahora. Gracias a la automatización de procesos, muchas de las partes más tediosas del trabajo de marketing son ahora tareas que puede desarrollar un robot software de forma autónoma. Y esto redunda en un beneficio muy claro de cara al trabajador: más tiempo libre para poder desarrollar trabajos más creativos y que redunden en una optimización del proceso.
Por poner un ejemplo: si en lugar de tener que cribar manualmente las respuestas que ha generado una campaña de e-mail, un robot preclasifica, ordena y da relevancia a esas contestaciones de manera automática bajo los criterios que el departamento de marketing haya acordado, el ahorro en tiempo y trabajo se revela enorme. Y podemos seguir. Los datos que se generan en una campaña comercial sobre ventas. Los que llegan a través de las acciones de una campaña en medios de comunicación. Las respuestas que se producen en la gestión diaria de un e-commerce. Todo ello tiene partes de desarrollo que se podrían automatizar para garantizar una mayor eficiencia en el proceso de análisis de datos. Y eso redundaría en una mejora de las capacidades de comunicación de la empresa al permitir a los trabajadores centrarse en la implementación de nuevas acciones.
Y es que las opciones que nos brinda el avance de la tecnología no siempre son visibles desde el punto de vista del consumidor. Muchas veces podemos beneficiarnos internamente de pequeñas mejoras en nuestras rutinas que logren grandes mejoras en nuestros resultados.