Nos encontramos en un momento en el que la transformación digital es un proceso por el que muchas empresas están pasando. Los tiempos actuales obligan a no quedarse atrás y tratar de coger un tren que ya ha comenzado a moverse. Sin embargo, tener claro cuáles son los puntos clave a tener en cuenta a la hora de iniciar un proceso de transformación digital es vital para asegurar el éxito.
Lamentablemente, fracasar es fácil
Que la mayoría de las empresas y negocios estén apostando por avanzar en la transformación digital no significa que todas lo vayan a conseguir. De hecho, aproximadamente el 70% de los proyectos encuentra obstáculos en el camino que los hace descarrilar. La complejidad a la hora de abordar los procesos sin el asesoramiento adecuado, o perdiendo de vista los elementos más importantes, pueden terminar por dar al traste con el esfuerzo, tiempo y dinero invertidos.
Aprender a analizar las problemáticas, detectar los puntos clave, involucrar al equipo o identificar las necesidades son habilidades necesarias para poner en marcha con éxito un proyecto de transformación digital.
Selecciona lo que necesitas de verdad
Con la tecnología actual al servicio y alcance de casi cualquier persona u organización, resulta muy tentador lanzarse a implantar tecnologías vanguardistas de manera precipitada. Este error, no obstante, puede traer asociados problemas de gestión, de utilidad o de rechazo por parte de los trabajadores.
No hay que olvidar la máxima del menos, es más. Cuanto más sencillo, limpio y accesible sea el proceso resultante, más fácil resultará que funcione, sea aceptado y traiga beneficios a la empresa, los trabajadores y los clientes.
Definir la meta de una forma clara y directa, establecer el por qué hay que digitalizar el proceso y analizar cómo se implementará de la mejor manera posible es capital. Alinear los proyectos con los objetivos de la organización ayudará a definir el marco en el que desarrollar la transformación digital.
Por último, aunque no menos importante, el empuje que la dirección o los mandos intermedios aporten al proyecto puede marcar la diferencia. Es importante que durante el proceso de cambio todos los miembros de la empresa puedan trabajar conjuntamente, como una única voz. Solo así se conseguirá modelar una transformación realmente efectiva.
Mente abierta a la transformación digital
Los cambios, por norma general, suelen resultar traumáticos. Pueden serlo más o menos en función de cómo se efectúen, los cambios que obliguen a realizar o las rutinas que rompan. Pero de lo que no cabe duda, es de que afrontar una modificación en la forma de trabajar puede suponer un quebradero de cabeza para más de una persona.
Por ese motivo, resulta de vital importancia que el equipo que lidere la transformación digital, así como el que vaya a gestionarla, tengan una capacidad de gestión ágil y una mentalidad abierta al cambio.
Lo más probable es que, a medida que avancemos, nos vayamos encontrando con problemas inesperados o escenarios que en un principio no se habían tenido en cuenta. Cuanto más pobre sea el análisis inicial del que hablábamos antes, más sencillo será que encontremos estos obstáculos.
Para sortear, superar e incluso aprender de estas complicaciones, lo más funcional es contar con un equipo que sea capaz de no perder el foco. Mantener la concentración, la vista fijada en la meta y tener siempre en mente los beneficios que se pretenden obtener suele resultar una garantía de éxito. Los caminos para llegar a la final propuesta pueden ser varios. En la transformación digital puede que no haya atajos, pero un buen equipo guía llevará los proyectos a buen término.
Controlar los avances es igual de importante
Planificar y ejecutar los pasos necesarios para llevar a cabo la transformación digital es igual de importante que controlarlos. La única manera de asegurar el éxito del proceso es realizar un seguimiento que controle los hitos y objetivos marcados. Solo de esta forma podremos controlar que avanzamos en el camino correcto.
Contar con un objetivo bien definido y unos pasos intermedios que cumplir son un buen comienzo. No se trata de crear complejos sistemas de medición que requieran de un gran esfuerzo de interpretación o de mucho tiempo de análisis. De hecho, en casos en los que el trabajo de control es excesivo, la desmotivación y el abandono aparecen fácilmente.
Contar con herramientas que ofrezcan la información justa y necesaria, que sean sencillas de utilizar y con las que los trabajadores estén familiarizados allanará el camino.
Asimilar que los cambios no son sencillos es rendirse a la evidencia. Sin embargo, es posible abordar la transformación digital y llevar a tu organización al siguiente nivel. Se puede sortear las sombras de fracaso si se cuenta con la iniciativa, la motivación y la determinación adecuadas. Manteniendo en mente la meta, culminar el proceso de digitalización en la empresa será un éxito a celebrar que redundará en beneficios para todos.