Hoy hablamos con Iñigo Garatxena, CEO de Absentix, que cuenta con más de 15 años de experiencia en el sector de la gestión de las ausencias, realizando planes de control del absentismo. Su principal propósito es ayudar a las empresas a reducir sus costes de absentismo gracias a un buen diagnóstico.
¿Cómo es posible gestionar el absentismo desde un punto de vista tecnológico?
Para lograrlo tenemos una herramienta digital novedosa e innovadora y muy fácil de programar a las características del cliente. También trabajamos la norma y la conciencia en las organizaciones sobre las ausencias, poniendo en el centro a los mandos intermedios como las personas que gestionan esas ausencias.
¿Qué importancia tiene la tecnología a la hora de resolver problemas?
La tecnología ayuda, y mucho, a resolver el problema del absentismo, porque nos da un diagnóstico fiable y muy exacto del problema del absentismo en nuestras organizaciones. A partir de ahí, podemos hacer un plan de acción a través de un plan de diagnóstico de absentismo para saber cómo actuar y para reducir ese alto impacto que tiene en nuestra disminución de productividad y de competitividad.
Iñigo Garatxena y Felipe Rebollo.
¿Cómo se traduce esta implementación de la tecnología en resultados palpables en la empresa?
Muchas veces estamos acostumbrados a hablar en porcentajes y en índices, y nosotros precisamente huimos de esos índices. Lo que hacemos es trasladarlo a euros, a costes directos y costes indirectos, que es un lenguaje que todo el mundo entiende.
¿Cuál es la magia detrás de la reducción del absentismo?
No hay magia. De lo que se trata es de crear un plan de gestión del absentismo, que no se consigue de un día para otro. Siempre decimos que se necesitan al menos doce meses de trabajo y de seguimiento para conseguir reducir el absentismo.
Nuestra experiencia nos dice que, cuanto más se comunique y más se ponga en el foco este problema en la empresa, antes se obtendrán resultados.
