Hablamos con Carlos Ansareo, consultor de innovación y que cuenta con una amplia experiencia en el sector tecnológico. En su visita a las oficinas de Devol compartió con nosotros su visión sobre la importancia que la innovación debe tener en las empresas.
Devol: ¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional?
Carlos Ansareo: He realizado diferentes proyectos, tanto nacionales como internacionales en el extranjero, en Inglaterra y Holanda, centrados en la innovación. Por ejemplo, en Inglaterra participé en la creación del primer banco digital sólo para móviles. En Ámsterdam participé en equipos de intraemprendimiento para el sector financiero.
¿Cómo se ve la innovación en el extranjero?
CA: La innovación, vista desde mi experiencia en el extranjero, es una innovación más holística en la cual se diseñan productos y servicios desde la estrategia de negocio. Digamos que se tienen en cuenta cuatro pilares: la estrategia de negocio, el marketing digital, lo que sería growth hacking, por supuesto la palanca de la tecnología y una cuarta pata que en este caso sería las personas, el cambio cultural y organizativo.
¿Cómo percibes la innovación que se desarrolla aquí?
CA: Cuando yo he venido a establecerme otra vez aquí, a Bilbao, he percibido que la innovación que se hace aquí es una innovación tecnológica más enfocada en el corto plazo, más enfocada en mejoras de eficiencias, en mejoras de procesos. La innovación que yo he vivido, digamos bajo mi experiencia en el extranjero, es más una innovación estratégica de modelos de negocio, de saber qué quiere tu cliente, de conocimiento profundo de tu cliente para desarrollar esos productos y esos servicios nuevos, e innovar con ellos.
¿Se debe subvencionar la innovación?
CA: Al final, yo la innovación la entiendo como una inversión. Al fin y al cabo, la inversión también tiene un riesgo, que se debe tener en cuenta desde el principio, y que tiene que estar soportada desde la alta gerencia en todas las empresas. No hace falta que seas una gran empresa, una gran corporación, para poder innovar. Las PYMES deben, y tienen, la obligación de innovar para poder seguir siendo líderes también en su mercado. Hace falta más espíritu innovador y hace falta que las direcciones, las altas direcciones de las compañías, den ese soporte. Bien sea en temas de recursos, de recursos humanos, de recursos financieros, por supuesto, que también se necesitan, además de las subvenciones.