Es difícil imaginar en estos tiempos una presencia completa en internet sin aparecer en las tiendas de aplicaciones de iOS y Android. Pero no te preocupes, disponer de tu app móvil con Low code es mucho más sencillo de lo que crees.
La necesidad de ser móvil
Disponer de tu app móvil con Low code cobra sentido al saber que existe un incremento de dos dígitos porcentuales anuales en las descargas de apps en los smartphones de todo el mundo. Con una media de 35 aplicaciones por terminal, los españoles dedicamos 3,5 millones de horas en 2021 a interactuar con ellas. Eso es un incremento de más de un 200% con respecto a las horas que dedicamos en 2016.
Con semejantes cifras es obvio que resulta indispensable para cualquier empresa contar con una app que sirva como punto de encuentro con sus clientes. Y si no es con sus clientes, con sus trabajadores. Y es que las aplicaciones empresariales para uso interno también suman cada día más y más desarrollos.
De este modo, contar con presencia en el mercado móvil debería ser un objetivo para cualquier negocio. Y no, no tiene por qué ser caro o complicado de conseguir. Tu app móvil con Low code se puede desarrollar de forma mucho más fácil que con cualquier otra herramienta. ¿Lo vemos?
El poder de una app móvil con Low code
Para empezar, Low code es una herramienta con un enfoque mobile first. Esto significa que cualquier desarrollo en Low code busca que el móvil sea su primer entorno de ejecución. Es cierto que también permite ejecuciones en entornos de escritorio, en tablets, a través de navegadores web… pero la esencia es que el móvil sea primero.
Los motivos son obvios: presencia inmediata en los bolsillos de miles, millones de personas; cercanía en el trato con el cliente; amplio conocimiento del usuario; o adaptabilidad a las necesidades de la empresa.
Todas las ventajas del Low code se dan también en la creación de apps. Ya hemos hablado de la rapidez de desarrollo, de su facilidad de adaptación a los cambios o su capacidad de integración con datos de diversas fuentes. Todos ellos, motivos más que suficientes para que su uso sea la primera opción de cara a la implementación de cualquier desarrollo. Pero es que, si hablamos de apps móviles, la cosa se pone más interesante.
Todo el sentido del mundo
Las características de la plataforma para el desarrollo de aplicaciones centradas en smartphones permiten implementar ventajas añadidas. Desarrollar tu app móvil con Low code es una manera muy sencilla de poder estructurar contenidos en la nube. También es un modo muy fácil de integrar inteligencia artificial y automatización inteligente. Y, gracias a su sistema de construcción por bloques, hacerla crecer, redimensionarla o ajustarla a las necesidades de cada momento es una tarea mucho más simple.
Si a todo ello le unimos el hecho de que desarrollar en Low code es diez veces más rápido que con la programación tradicional y que los recursos necesarios llegan a ser de un 70% menos, las dudas se disipan a la hora de elegir la plataforma en la que crear tu aplicación móvil.
La personalización como elemento diferencial
Llegados a este punto es muy posible que te preguntes por las posibilidades de personalización que ofrece la plataforma. No en vano, en un mercado cada vez más competitivo la diferenciación es un elemento clave. Y más aún cuando nos centramos en un espacio tan copado como lo es el de los Marketplace de aplicaciones.
Por suerte, plataformas como Mendix permiten una personalización absoluta. Si bien en una primera iteración la construcción por bloques genera aplicaciones de aspecto muy similar, una vez construida la base es posible adaptarla al estilo e imagen de la compañía. Aquí también tiene cabida un acertado estudio y diseño previo sobre la interfaz y experiencia de usuario.
De este modo, cada app móvil con Low code será única, con identidad propia y un look and feel alineado con el de la empresa para la que se desarrolla. De modo que olvídate de aplicaciones clónicas que pueden confundir al consumidor. Aquí prima la diferenciación y la continuidad con tu imagen de marca.
Una mejora en la relación con el cliente
Para terminar no podemos obviar que todo este esfuerzo de desarrollo trae consigo un objetivo muy claro: mejorar el trato con el cliente. Aproximándote a él de la forma en la que prefiere interactuar, no solo mejoras tu posicionamiento, sino que le das una herramienta que le puede ser de utilidad.
Diseñar correctamente una aplicación para que su uso resulte intuitivo, útil y proporcione un valor añadido al usuario, es clave. Se trata de colocar tu producto directamente en el bolsillo de miles de consumidores para que puedan interaccionar con tu negocio. Una oportunidad para generar un vínculo más cercano con tus clientes. Para establecer un nuevo punto de conexión con ellos y entender cómo les puedes ayudar.
Y la mejor manera de conseguir todo esto, es desarrollar tu app móvil con Low code.