A las 8:03, Elena abre su correo lleno de facturas, documentos y anexos. Antes dedicaba la mañana a copiar datos. Hoy un robot clasifica, extrae y valida; ella revisa excepciones y habla con clientes. Ese giro es la mejor pista de hacia dónde va RPA.
Un mercado que acelera
RPA (Automatización Robótica de Procesos) ya no es una promesa: es una herramienta cotidiana para muchas empresas. En números simples, los informes situaron el mercado global alrededor de los 3.000 millones de euros en 2023 y anticipan un crecimiento cercano al 14% anual hasta 2033. ¿Qué significa esto para el día a día? Más organizaciones usando robots software para quitar tareas repetitivas de encima y dedicar ese tiempo a clientes y casos que requieren criterio humano.
¿Por qué crece tanto?
- Presión por ahorrar tiempo y costes. RPA hace el “pico y pala”: copiar datos, cruzar información, crear registros y preparar documentos sin cansarse ni distraerse.
- Mejoras en la IA (Inteligencia Artificial) y el ML (Aprendizaje Automático). Antes los bots seguían reglas fijas; ahora también entienden documentos, clasifican correos y toman decisiones guiadas por negocio.
- Resultados visibles. Cuando un equipo ve que un proceso tarda minutos en lugar de horas, pide automatizar el siguiente. Así nace el “efecto bola de nieve”.
Para la persona que trabaja frente a la pantalla, el impacto es directo: menos tecleo, menos correcciones y más foco en lo importante. Un ejemplo: en una inmobiliaria, un bot puede leer facturas y escrituras en PDF, cargar los datos en el ERP y avisar si falta algún documento. En aseguradoras, un robot prepara expedientes de siniestros con la información clave lista para el perito. En un despacho jurídico, clasifica notificaciones y marca plazos en la agenda del caso. En una gestoría, se encarga de presentaciones telemáticas y conciliaciones de forma masiva y sin esperas.
Mirando a la próxima década, esta tendencia aumentará porque cada vez hay más datos en correos, formularios y portales; RPA combinado con IA ayuda a leerlos y convertirlos en acciones.
En resumen: RPA está entrando en una etapa más madura y accesible. Si gestionas promociones en inmobiliaria, pólizas en aseguradoras, expedientes en jurídico o campañas fiscales en gestoría, el momento de empezar (o ampliar) no es dentro de tres años: es ahora, con casos concretos que devuelven tiempo al equipo desde el primer mes.
Tendencias que marcarán la década
1) Agentes con IA, útiles desde el primer día
RPA ya no solo pulsa botones. La unión con modelos de lenguaje permite leer correos, proponer respuestas, enriquecer registros y decidir la siguiente acción con reglas de negocio. Piense en un “agente” que conversa, consulta una base de datos y lanza un flujo RPA cuando toca.
2) Automatización de ecosistema
RPA no trabaja sola: se conecta con diferentes herramientas para que todo fluya mejor. Los bots realizan tareas repetitivas como copiar datos o mover archivos. Las APIs (Interfaces de Programación de Aplicaciones) son puentes que permiten que distintos programas hablen entre sí, como cuando el sistema de contabilidad se conecta con el banco. El BPM (Gestión de Procesos de Negocio) ayuda a organizar el orden de los pasos de un proceso completo. Y la minería de procesos observa cómo se trabaja realmente para detectar dónde conviene automatizar.
Para coordinarlo todo, existe una capa de gestión central, que actúa como un director de orquesta: asigna las tareas a un robot evitando duplicidades y consiguiendo que cada parte del proceso tenga al ejecutor adecuado.
3) IA al servicio de las personas
La tecnología acompaña al equipo, no lo reemplaza. RPA atiende el trabajo repetitivo; las personas se enfocan en trato con cliente, negociación y criterio. Este modelo reduce tiempos muertos y mejora la experiencia del usuario final.
4) Gobierno y seguridad como columna vertebral
Escalar exige reglas claras: quién publica un robot, cómo se versiona, qué se audita, cómo se custodian credenciales y datos. Los “gobernadores” actuales ya incluyen trazabilidad, segregación de funciones y alertas en tiempo real.
5) Mapeo inteligente de procesos
Las herramientas de process mining y task mining dibujan el proceso tal y como ocurre. Con esa foto real, se priorizan automatizaciones cortas, se detectan cuellos de botella y se evita digitalizar pasos innecesarios.
6) Gestión central aumentada con IA
Asignación automática de trabajo entre “trabajadores digitales” y equipos humanos; el sistema aprende de volúmenes, estacionalidad y resultados para ajustar colas y SLA sin intervención manual.
7) Del dato al resultado
Documentos, correos y chats contienen información valiosa. Con RPA + IA generativa se extraen campos, se validan contra sistemas internos y se alimentan cuadros de mando que ayudan a decidir con rapidez.
Qué significa para tu sector
Inmobiliaria
- Entrada de facturas y notas simples: captura de datos desde PDFs y validación contra ERP y CRM.
- Gestión de avales y certificados: revisión de caducidades y avisos automáticos a promotoras y bancos.
- Atención al cliente: respuesta a consultas frecuentes sobre estado de expediente o entregas de llaves.
Aseguradoras
- Tramitación de siniestros: lectura de partes, contraste con póliza y preparación del expediente para el perito.
- Cobranzas y recobros: conciliación bancaria y generación de recordatorios con tono y canal adecuados.
- Mediadores: alta de productos y emisiones masivas sin tecleo repetitivo.
Jurídico
- Gestión documental: clasificación de demandas, contratos y notificaciones; extracción de datos clave.
- Control de plazos: agenda viva que crea tareas, avisa al equipo y registra actuaciones en el gestor del despacho.
- Facturación por asunto y provisiones: cálculo automático a partir de hojas de encargo y tiempos.
Gestoría
- Presentaciones telemáticas: envío masivo de modelos y subida de justificantes.
- Nóminas y seguros sociales: generación, verificación y archivo por cliente.
- Alta de clientes: creación de expedientes y permisos en cada portal.
¿Y Devol?
En Devol trabajamos con RPA, low code e IA para llevar estas líneas a la práctica. Contamos con soluciones listas para casos comunes, como Devol 4 Invoices (facturas de proveedor), DocMind (datos en documentos no estructurados), SQLMind (consultas a bases de datos en lenguaje natural) y Process 360 (gestión completa del ciclo de vida de las automatizaciones). Todo con una gobernanza clara, trazabilidad y soporte.