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|IA|julio 10th, 2025|

La inteligencia artificial está revolucionando la forma en que las empresas acceden, procesan y utilizan la información. Una de las tecnologías emergentes más relevantes es la arquitectura RAG (Generación Aumentada por Recuperación). Este enfoque busca combinar la potencia de la generación de texto con la capacidad de buscar información específica y actualizada en bases de datos tanto externas como internas.

Una evolución en el mundo de las consultas

En los modelos clásicos, los sistemas responden únicamente basándose en el conocimiento con el que fueron entrenados. En un sistema RAG, en cambio, se pueden consultar fuentes adicionales en tiempo real para generar respuestas más precisas.

Este proceso se desarrolla en dos partes: la primera trata de localizar y recuperar fragmentos de información relevante relacionados con la consulta realizada. Después, con eso como base, el modelo genera una respuesta coherente adaptada al contexto. Es decir, el sistema “investiga” antes de responder.

Actualizaciones de información sin entrenamientos

El beneficio más destacado de este tipo de enfoque es que el sistema no requiere de entrenamientos continuos para mejorar; basta con incorporar nueva información a la base documental conectada al sistema para que los resultados mejores automáticamente.

Además de eso, los modelos RAG pueden personalizarse según el dominio específico de cada organización. Así, es posible conectarlos, por ejemplo, con manuales internos, documentación técnica, bases de datos legales o archivos de atención al cliente… Todo ellos sin comprometer la seguridad ni la privacidad de los datos.

Tantos usos como necesidades

Centrándonos en el ámbito empresarial, la aplicación de los RAG comprende un amplio abanico de posibilidades tan útiles como diversas.

En atención al cliente, por ejemplo, permiten ofrecer respuestas detalladas y precisas a preguntas frecuentes o complejas, mejorando la experiencia del usuario y reduciendo la carga de trabajo de los equipos de soporte.

También es posible utilizarlos como asistentes internos para empleados, facilitando el acceso a información sobre normativas, políticas, procedimientos o documentación técnica sin necesidad de buscar manualmente entre cientos de documentos.

En departamentos legales, financieros o de cumplimiento normativo, un RAG es capaz de analizar textos y ofrecer interpretaciones basadas en regulaciones específicas mucho más rápido de lo que podría hacerlo una persona.

Incluso en procesos de formación y onboarding, los nuevos empleados pueden beneficiarse de un acceso ágil y contextualizado al conocimiento interno de la compañía.

Siempre a la última y con toda la fiabilidad

La utilización de un sistema RAG va mucho más allá de una simple automatización de respuestas. La adopción de esta tecnología ofrece la posibilidad de mantener la información siempre actualizada gracias a la incorporación de fuentes dinámicas sin necesidad de tener que estar reconstruyendo el modelo base.

La posibilidad de mantener esta actualización de forma permanente se traduce en una reducción del riesgo de errores y de respuestas obsoletas. Además, al estar basadas en documentos verificables, las respuestas ganan en precisión y fiabilidad, lo que es especialmente relevante en sectores regulados o con alta exigencia técnica.

Una aproximación que marca la diferencia

Entre las virtudes de un sistema RAG, uno de sus aspectos clave es la escalabilidad. La adaptación a nuevos idiomas, mercados o líneas de negocio es tan sencilla como ampliar la base de conocimiento. Esta agilidad en el crecimiento lo convierte en una solución adaptable tanto para grandes corporaciones como para medianas empresas.

Implementar una solución RAG supone también un importante ahorro de tiempo y recursos. Muchas de las consultas o tareas repetitivas que antes requerían la intervención de expertos ahora pueden resolverse en segundos, liberando tiempo para funciones de mayor valor añadido. Y, como su comportamiento se basa en el conocimiento interno de la empresa, los resultados son altamente personalizados, lo que mejora la calidad de las interacciones tanto internas como externas.

En resumen, los modelos RAG representan una evolución significativa dentro del campo de la inteligencia artificial aplicada al entorno empresarial. Su capacidad para ofrecer respuestas basadas en datos actualizados, su flexibilidad para adaptarse a diferentes contextos y su potencial para mejorar la eficiencia operativa los convierten en una herramienta clave para cualquier organización que busque innovar en la gestión del conocimiento y la automatización inteligente. Apostar por esta tecnología es, en muchos casos, dar un paso decisivo hacia un futuro más competitivo, ágil y centrado en la información de valor.