Hoy hablamos con Jon Tejedor, gerente de Vizcaína de alimentación, que forma parte del Grupo Sant Dalmai, fabricantes de cocidos, curados y quesos, y que se encarga de la distribución de alimentación refrigerada para Bizkaia y Cantabria en los canales de horeca y sector tradicional.
Una empresa familiar que cuenta con más de 60 años de historia… ¿Cómo se ha tenido que ir reinventando y adaptando a un público cada vez más exigente?
Imagino que en su día surgió el germen principal familiar, que actualmente se mantiene, en una tienda pequeñita, en una pequeña charcutería, donde empezaron a hacer cocidos, embutidos… desde un jamón o una paleta. A partir de ahí, comenzaron a distribuirlos en furgoneta, y es el desarrollo que ha tenido, que ha sido ir incrementando la gama de producto principalmente.
Empezaron por Girona, en un pequeño pueblo, y ya estamos en toda la península a través de las diferentes distribuidoras que tenemos. Además de eso, actualmente también tiene un peso importante en la empresa la exportación a nivel internacional, llevando producto a la India, toda Europa, Asia, partes de África también…
¿Qué tipos de productos proveéis?
Principalmente nuestro fuerte son los embutidos cocidos en toda su gama: pavo, que viene siendo pechuga de pavo, diferentes cortes, etc. También trabajamos en menor medida el pollo.
El principal producto es la base del cerdo: desde un jamón, con diferentes tipos de porcentajes de magro, que es lo que muchas veces ya prioriza la gente, que antes había dos jamones cocidos, o jamón york que llamamos habitualmente… Pero ahora ya la gente busca porcentajes de carne, de grasa que tenga o que no tenga… Todo eso nos hace tener una amplia gama, y así llegamos a diez referencias de lo que viene siendo, por ejemplo, jamón york. Esto te lo da el paso del tiempo, la evolución y la demanda que tiene la calle.
Aparte del cerdo insisto, beicon, paletas de lacón, paletas cocidas normales, multitud de productos… estamos hablando de una gama de más de 200 referencias.
A partir de aquí, ¿Cómo conseguimos llegar a determinados sitios? Bueno, con mucho trabajo y mucho esfuerzo, porque aunque se plasme en únicamente una foto, por detrás de todo eso, cualquier persona que esté vendiendo en la calle, o cualquier gerente que esté detrás de una cuenta bonita o grande, sabe todo lo que hay detrás.
¿Cómo se consigue ser proveedor de un cocinero estrella Michelin?
En el caso de Jordi Cruz, fue mi compañero, el gerente de Barcelona, quien, tras mucho trabajo, tiempo y esfuerzo logró que empezase a consumir los productos de Sant Dalmai en el grupo de hostelería que tiene. Una vez probaron nuestros productos, les vieron encaje y a partir de ahí los han ido introduciendo en sus locales. Pero insisto en que hay mucho trabajo para haber conseguido esto.
El consumidor está cada vez más preocupado por la salud, buscando nuevos formatos, ¿Cómo se posiciona una empresa familiar en un mercado de grandes jugadores a nivel internacional?
Aparte ya de tener un bagaje de 60 años, los clientes siempre nos han mirado sobre todo por la calidad y por la categoría. Por los estándares de calidad que mantienen nuestros productos y por la categoría de estos. ¿Qué quiero decir con esto? Que nunca hemos fallado en producto como tal, o sea, no hemos tenido nunca problemas de nada, todo lo contrario, quien nos compra, la tasa de éxito suele ser muy alta.
¿Y esto qué significa? Que repite. Imaginemos: le vendemos a una charcutería de barrio, a un comercio tradicional. Una vez ya está introducido el producto es muy raro que te cambie, entonces eso crea ya una fidelidad, tanto en la persona que te lo vende, como en el producto. Y si el producto responde, todo es más fácil.
Además de esto, ¿Qué hemos tenido que ir haciendo? Pues adaptándonos a los nuevos tiempos.
En su época, claro, todo el mundo compraba bolas, todos los tenderos, por así decirlo, compraban bolas de jamón, y ahora mucha gente lo que reclama es el formato. Hay que adaptar los formatos a la necesidad de la calle, pero eso te lo marca la calle y te pone en su sitio.
Antes, tú le pedías a granel 100 gramos para llevar, o 200, lo que fuera. Ahora hemos sacado nuevos formatos envasados al vacío, envasados en gas inerte, que te lo llevas a casa, se abre y se cierra perfectamente y tiene una mayor vida útil que si lo compraras a granel.
¿Dónde podemos encontrar vuestro producto?
Es una cosa que nos diferencia respecto a mucha competencia, que solo trabajamos el comercio tradicional, es decir, las tiendas de barrio, de zona, o las carnicerías más pequeñas. No estamos en grandes superficies, ni de momento se nos puede encontrar ahí. Entonces, pues eso, en el súper de alcance de barrio, en el súper de alcance del centro de la ciudad, en la charcutería de toda la vida, en la carnicería de toda la vida… en este tipo de comercios, es donde podéis encontrar nuestro producto.
Llevamos años de éxito y dándonos sus frutos. En ese sentido, creemos en la charcutería tradicional. Es cierto que es un sector que está yendo a menos, principalmente tanto por el relevo generacional, como por las tendencias de cambio de mercado, por eso hace que tengamos que adaptarnos e introducir nuevos formatos y referencias para poder llegar a más consumidores finales, pero todavía sigue siendo un punto importante en nuestra empresa.